Esas uniones que se hacen eternas en una tarde, y que por empezar a caminar y alejarte de ellos, se rompen. No vale la pena llorar y no hacer nada al respecto; da marcha atrás y recoge los pedazos, que en algún lugar volverás a encontrar a la persona con quien formaste esa unión.
Hubo tantas veces que pensé que no volvería a hablar con tantas personas, con personas que me gustaría haber seguido conociendo, personas que nunca jamás en mi vida creí que se volverían tan importantes, tan indispensables, tan únicos. Pero yo también me arrepentí.
Tomé un camino largo y extenso, lleno de alegrías nuevas, de cosas extrañas que cautivaban mi atención, y no me di cuenta de las personas que empecé a dejar atrás; en soledad.
Decidí en el momento que percibí la falta de compañía sincera y honesta, en retomar; dar la vuelta y regresar sin importar cuanto importara. Heridas, malos ratos y feas palabras; fueron cosas que me encontré en el camino de regreso, gente que no le agradaba la idea de volver a mi, de volver a encontrarme con esa yo de antes, esa yo que era más impaciente, más sentimental (aún más); esa yo que fue parte de mi, y que ahora por decidir volver, vuelvo a ser parte de ella.
A veces por miedo de lo que digan los demás, nos vestimos de una forma, escuchamos cierta música o dejamos de hacer cosas que nos encantan ¿que importa eso? Lamentablemente la realidad es otra. Nuestras realidades son tan distintas unas de otras, que a veces se hacen imposibles de unir. Pero otras veces son tan compatibles que encuentras en otro, tu mismo reflejo. Y si, un reflejo que te puede responder, un reflejo en el que te puedes apoyar cuando necesitas un hombro en el cual llorar, o simplemente un reflejo en donde puedes depositar tanta felicidad que cuando de verdad la necesites, este explote y te recuerde las razones para ser feliz.
Casi siempre es tan poco lo que necesitamos para ser felices que no nos damos cuenta de ellos, y nos volvemos materialistas, superficiales y hasta hipócritas con nosotros mismos. Basta de eso.
Paremos con mentirnos a nosotros mismos, y además de eso, creernos que es lo peor de todo. Son tantas las opciones para ser feliz, son tantos los momentos bellos que podemos aprovechar y sobre todo, son tantas las personas en las cuales podemos reflejarnos, que a veces, y solo a veces, creemos que estamos solos en todo esto.
Deja el orgullo de lado, quítate esa sonrisa falsa y deja de reunirte con gente por intentar agradar. Vuelve a lo tuyo, a tu entorno; vuelve a ser feliz, a reír sin que a nadie le moleste tu felicidad, vuelve a bromear con tus amigos sin que a nadie le interese de lo que estén hablando. Vuelve a ti. Por favor.
''La amistad es como la fosforescencia; resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido'' (Rabindranath Tagore)
Sean completamente felices mis querid@s lectores. Yo, gracias a sus 2.000 visitas cumplidas el día de ayer, ya lo estoy siendo. Sin duda esta página sigue creciendo y no es nada más ni nada menos que gracias a sus ojitos curiosos que buscan lo nuevo, sus mentes abiertas que aceptan nuevas ideas y consejos y a sus grandes corazones que permitieron que esta pequeña y nueva página entre a sus vidas. Un beso enorme para cada uno de ustedes que hace posible que este blog siga creciendo. Hasta la próxima ♥